Hace pocos días, los arqueólogos realizaron un inesperado descubrimiento, mientras excavaban en una tumba medieval, cerca de la ciudad de Salejard, en el distrito autónomo de Yamalo-Nenets. ¡Se descubrieron los restos bien conservados de una mujer de 35 años, que yacieron en el suelo siberiano, por no menos de novecientos años!
Tres docenas de hombres se encontraban enterrados junto a la misteriosa momia. Lo sorprendente es que no había otras mujeres en el panteón. Por eso, los científicos llamaron al misterioso cuerpo: «La Princesa Polar».
Los restos de la desconocida estaban encerrados en un peculiar capullo de piel, y su cuerpo estaba sujeto por varias placas de cobre.
La momia fue retirada con sus ropas de pieles, directamente del pozo funerario. Los científicos decidieron sacar el cadáver del capullo, por miedo a perder algo importante.
Se cree que la desconocida mujer formaba parte de una civilización de cazadores y pescadores, que, por aquella época, gobernaba el Norte. Esta cultura no solía vivir aislada, y mantenía contacto con muchos otros pueblos.
Por ejemplo, los tazones de bronce, hechos en la antigua Persia, formaban parte de las reliquias encontradas en el cementerio. Ten en cuenta que las tierras persas se encontraban a seis mil kilómetros de la patria de la Princesa Polar…
Prácticamente no había joyas en la difunta. Los científicos encontraron en su cuerpo sólo algunos anillos precarios. Estos objetos son conocidos como los adornos más característicos de las mujeres esclavas de la Edad Media.
Los expertos se sorprendieron de lo intacta que permanecía la cabeza de la «princesa». Sus rasgos todavía eran claramente visibles, incluso, 900 años después de su muerte. Además, el cabello y las pestañas largas de la difunta permanecían prácticamente sin daño alguno.
La cara de la mujer se volvió verdosa, debido a la vasija de cobre con la que fue enterrada. Al parecer, este ritual era para protegerla en su camino a la otra vida. Recordemos que, a menudo, estas cacerolas son asociadas con los brujos, así que… Quién quita que ante nosotros se encuentren los restos de una antigua hechicera.
Más tarde, en el mismo mausoleo, también se descubrió el cuerpo de un niño pequeño. Todavía se desconoce la relación del chico con la Princesa Polar.
Los arqueólogos estaban intrigados por su inusual hallazgo. Tal vez, un estudio más detallado de la Princesa Polar arroje más luz sobre el modo de vida y la cultura de los pueblos de la Siberia.
Algunos no comparten el interés de los científicos. Estas personas dicen que es mejor no molestar a los muertos, sino dejarlos descansar en su lugar de reposo. Otros, por el contrario, están encantados de descubrir un poquito de la historia de nuestros antepasados.
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