Hope Derosh dice que ella siempre fue «exuberante», desde su infancia. Sin embargo, no tuvo ningún problema con eso, hasta que comenzó la escuela.
Las dificultades reales comenzaron en la adolescencia, cuando los padres, en aras de darle una buena educación a su hija, la transfirieron a una escuela privada. ¡Te imaginarás el acoso que sufrió la muchacha, a manos de sus compañeros de clase!
El exceso de peso se convirtió en una verdadera maldición, contra la que Hope no podía luchar. ¡Sin embargo, fue hace poco que la mujer encontró la fuerza necesaria para superar el eterno problema!
La escuela privada fue una tortura continua, para una Hope de 15 años. Sus compañeros de clase, atléticos y delgados, miraban con desprecio a la chica de 115 kilos. Ahora, la pobre recuerda que cada día iba a la escuela, como si fuera directo al patíbulo…
Muchas veces escuchó como le decían, tanto en la cara como a sus espaldas, que era una vaca gorda. En la clase, la infeliz era un paria, un objetivo listo para el acoso y el ridículo. La soledad casi llevó a Hope a la locura… Para hablar con alguien, al menos, la pobre chica incluso llamó a la radio, y charló con el DJ. por un largo tiempo.
Antes, la adolescente adoraba los alimentos nocivos: Pasteles, pizzas, soda dulce… Esas eran sus «pastillas favoritas para la soledad».
El tiempo pasó. La vida de Hope poco a poco mejoró: después de graduarse de la escuela, la mujer encontró un trabajo, se enamoró, se casó, e incluso dio a luz a dos hijos. Pero, la adicción a los alimentos no saludables no desapareció. Cada año, Hope sólo engordaba más, pensando que nunca podría perder peso.
Hoy, después de haberse librado de esos kilos de más, la mujer está segura de que el catalizador de ese cambio fueron sus hijos. Al salir a caminar con los niños, la madre se dio cuenta que ella simplemente no tenía fuerza suficiente para participar en los juegos al aire libre. Mientras los pequeños iban y venían por el patio de recreo, la madre solo se sentaba en un banco a comer.
¡Pero un día decidió que esto no podía continuar! Pensando de esta manera, Hope comenzó a perder peso. Antes de la transformación, la mujer pesaba casi 150 kg. ¡El deporte, la dieta y el propósito han hecho lo imposible que nuestra protagonista pudiera perder 70 kilos!
Hope admite: «Antes, al mirarme en el espejo, sólo sentía repugnancia». Lo experimentado durante la adolescencia forzaba a la mujer a despreciarse cada vez más, con cada kilo ganado. ¡Pero ahora, la madre de dos hijos está en el séptimo cielo de la felicidad!
Por supuesto, no todos los resultados obtenidos después de perder peso son agradables. Sin embargo, incluso la piel «extra» que cae no es una molestia para Hope. La mujer está ahorrando dinero para una cirugía plástica, para eliminar estos «excedentes». No obstante, no considera esto un problema serio.
El esposo, los hijos y otros parientes de Hope, le han brindado todo su apoyo, y están sinceramente encantados con el resultado logrado por la mujer. Ella misma dice que se siente victoriosa. ¡De hecho, los resultados de su camino de dos años a una vida saludable son increíbles!
¿Qué piensas sobre Hope y su pérdida de peso? Comparte tu opinión en los comentarios.
Deje su opiñón sobre la publicación