La maternidad, de por sí misma, ya es una hazaña. Pero en la vida, a menudo, se presentan situaciones, en las que las madres se sacrifican por sus hijos, en todos los sentidos de la palabra. Una historia de este tipo les contaremos hoy…
Hace un año, la estadounidense Jennifer Duncan, de 23 años, estaba manejando con su hijo de ocho meses, Daniel, para llevarlo al jardín infantil. En el puente, la mujer tuvo un pequeño accidente. Nadie resultó herido, Jennifer sacó a su hijo del coche y se quedó con él, esperando a que llegara la policía. En ese momento, Jennifer pensaba que ella y su bebé estaban a salvo, pero estaba muy equivocada…
En el mismo lugar, ocurrió otro accidente. Dos coches no lograron compartir la senda, y uno de ellos, literalmente, empujó a Jennifer y Daniel desde el puente. En ese instante, la mujer apretó al bebé fuertemente contra su pecho, tratando de protegerlo. Tras volar 9 m por el aire, la madre y el hijo aterrizaron directamente sobre el asfalto…
Sorprendentemente, el bebé quedó completamente ileso. Pero Jennifer salió mucho menos afortunada. En el hospital, le constataron fracturas de la pelvis, costillas, una pierna, lesiones de la columna vertebral y otros.
En total, la mujer sufrió 14 operaciones durante 10 meses. Por desgracia, los médicos no pudieron salvar la pierna de Jennifer. Ahora está aprendiendo a caminar de nuevo, usando una prótesis. La valiente mujer dice que todo este tiempo no se rindió sólo gracias a su hijo.
Le deseamos de corazón a Jennifer una pronta recuperación. Algún día Daniel entenderá cuánto ha arriesgado su madre para que él estuviera con vida.
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