La capacidad de mostrar empatía se considera una cualidad positiva. Pero es importante mostrarla correctamente. Si después de hablar con otra persona te sientes agotado, tal vez debas pensar si necesitas cambiar tu comportamiento.
Nuestra vida está llena de problemas y complicaciones. Nuestros parientes y amigos también los tienen, y a menudo tenemos que escuchar sus quejas sobre algún motivo o alguna persona. Por un lado, esto es natural, la gente quiere de alguna manera aliviar la tensión, y hablar normalmente ayuda. Pero, por otro lado, escuchar constantes quejas de otras personas puede drenarnos simplemente la energía.
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INFLUENCIA DE UNA PERSONA NEGATIVA
Algunas personas hablan sobre sus problemas para obtener apoyo y asesoramiento. Otras, para transferir su negatividad. Hay que aprender a distinguir.
Quizás, las personas en la segunda categoría te puedan llamar egoísta e insensible cuando te niegues a seguir su ejemplo. Tal vez intentarán inculcarte un sentimiento de culpa, o algo peor. No tengas miedo. En compensación, sentirás un aumento de energía positiva y autoestima, después de rechazar una comunicación tóxica.
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¿Por qué no deberías escuchar quejas?
Porque el que solo se queja, no hace nada para cambiar su vida. Está acostumbrado a desempeñar el papel de ofendido. Tal es su psicotipo, tal cosmovisión.
¿Lo escucharás, y eso en qué lo ayuda? En nada. No se queja en busca de ayuda, solo necesita hablar, descargar toda su energía negativa en otro. Y una conversación sin un objetivo no tiene sentido.
Quejándose, consciente o inconscientemente, a veces lo que busca es liberarse de la culpa por su fracaso. Este tipo de personas es especialista en saber cómo influir en la forma de pensar de los demás.
El mayor impacto negativo en una persona lo ejercen sus propios pensamientos sobre lo malo.
Nunca resolverá el problema de quejarse, porque él no tiene la intención de resolverlos. Nunca consolarás su alma con compasión, porque él no la necesita. Todo lo que busca es encontrar la liberación de la responsabilidad de su destino. Es decir, un imposible.
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¿Qué nos sucede cuando escuchamos constantemente las quejas?
Malgastamos nuestra energía en nada. Queremos ayudar, pero la solución al problema no llega. Lo intentamos una y otra vez y, como resultado, quedamos exhaustos.
PRIMEROS SIGNOS DE AGOTAMIENTO
1. Desequilibrio emocional
2. Dificultades para resolver tus propios problemas.
3. Problemas de concentración
4. El surgimiento de pensamientos negativos.
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¿QUÉ PODEMOS HACER PARA NO QUEJARNOS DE LAS QUEJAS?
1. Establecer y mantener la distancia.
Quizás el demandante se ofenda al principio por esa indiferencia. Pero, de hecho, si todos dejaran de escuchar sus interminables conversaciones sobre la inutilidad del ser, finalmente se vería obligado a resolver sus problemas, en lugar de solo hablar de ellos, o dejar de concentrarse en lo malo.
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2. Dejar en claro que no hay a quien nombrar responsable de lo que está sucediendo, excepto a sí mismo.
Digamos que escuchaste a una persona. Si es así, tómate el tiempo para decirle honestamente que hay un problema local del que se queja, y hay uno más global, que consiste en su actitud negativa hacia la situación y la vida en general.
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3. No mostrar «debilidad».
La persona que se queja es un manipulador. No le muestres tu disposición a seguir su ejemplo. De lo contrario, dos terminarán destruidos, él y tú. La actividad negativa de la persona que se queja a usted nunca se detendrá. Habiéndote agotado, encontrará otra víctima para descargar sus malas vibras.
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4. Establecer límites.
Pídele que respete tu derecho a la privacidad, además de tu elección de temas de conversación. Puede decir que no quieres hablar sobre «tragedias y problemas» todo el tiempo. Entonces, la persona, si quiere conversar contigo, tendrá que distraerse de lo negativo.
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¿Conoces alguna otra forma efectiva de comunicarte con personas negativas? Cuéntanos en los comentarios, y comparte este importante asunto con tus amigos de las redes sociales.
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