Los movimientos corporales, los gestos y las expresiones faciales son más difíciles de controlar que, por ejemplo, lo que se dice con palabras. Por eso las imágenes a veces revelan mucho más sobre los sentimientos de una persona que lo que quiere aparentar. La aclamada Lady Di es un brillante ejemplo de ello. Puede que guardara silencio en los momentos de dolor, pero sus miradas y acciones hablaban por sí solas. A partir de las opiniones de los expertos en lenguaje corporal, he aquí un vistazo a la elegida del Príncipe Carlos. Te mostramos fotos de la princesa Diana que te mostrarán su verdadero yo.
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FOTOS DE LA PRINCESA DIANA QUE MUESTRAN SU VERDADERO ROSTRO
Avergonzada de ser tocada por Carlos porque no estaba cerca de él
Los futuros esposos sólo se vieron 12 veces antes de casarse. El príncipe le propuso matrimonio sin anillo alguno, pero el público se enteró mucho más tarde. Ante la opinión pública, eran una pareja enamorada, el futuro de la monarquía británica. Pero la realidad era otra… Carlos no amaba a la novia, y la trataba más bien como una amiga. Así lo demuestran sus movimientos: le dio una palmadita en el hombro a Diana y escondió las manos en los bolsillos. Y Spencer dejó claro que no había chispa entre ellos. Levantó los hombros avergonzada ante su contacto y se llevó la mano para minimizar la interacción táctil.
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Se mostró muy confusa al hablar ante las cámaras sobre su relación con el príncipe
Durante la entrevista de compromiso, Diana parecía muy tensa. Se mordía el labio, mirando hacia abajo o hacia los lados como un gatito acorralado. Carlos, en cambio, estaba lo más relajado y tranquilo posible. En este clip sonó la famosa frase del príncipe, que ha dejado para siempre una marca en el corazón de Spencer. Cuando se preguntó a la pareja si estaban enamorados, la novia declaró sin dudarlo: «¡Por supuesto!» Pero el novio añadió: «Depende de lo que signifique ese «amor’ tuyo». En ese momento, la sonrisa desapareció de la cara de la bella princesa, quien bajó la mirada con amargura.
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Parecía distante en su propia boda
El banquete de amor de Carlos y Diana resultó ser otro cumplimiento del deber. No se cogían de la mano, apenas se miraban y se distraían constantemente. E incluso durante el beso, la joven pareja mantuvo la distancia, haciendo que la novia tuviera que estirar el cuello para alcanzar los labios de su novio. ¿Así luce una pareja verdaderamente enamorada y feliz?
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El nacimiento de los hijos, por desgracia, no acercó a la pareja real
Obviamente, la mayoría de las fotos familiares son montadas de antemano. Pero incluso durante los rodajes previstos, en los que se espera que Carlos actúe como un padre modelo y un marido cariñoso, este parecía distante. En estas fotos, el príncipe suele mantenerse distante, con poca interacción con su hijo y su esposa, mirando hacia el suelo. Por ejemplo, en una foto con el bebé William, mira su reloj, como si estuviera contando los minutos que faltan para terminar la foto. Y sólo la princesa se ocupa constantemente del bebé, como si supiera que no se puede confiar en Carlos.
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Le encantaba el papel de madre
La princesa era una madre absolutamente cariñosa, y su afecto se confirmaba con el contacto físico. Cuando salía, siempre cogía a sus hijos de la mano, les arreglaba el pelo o la ropa y se inclinaba para que sus ojos estuvieran a la misma altura de los peques. De este modo, les hacía saber que los consideraba como iguales. Muchas de sus posturas hablaban del deseo de proteger a los niños. Diana siempre intentaba mantenerlos cerca de ella, incluso cuando la situación estaba completamente controlada y nada amenazaba a los pequeños.
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No es intrusiva, pero muestra a los niños que siempre está ahí para ellos
A pesar de su gran afecto por los chicos, no los avergonzó con un abrazo en público, aunque tenía muchas ganas. La princesa no violó el espacio personal de sus hijos, permitiéndoles mantener la distancia y demostrar su independencia. Sólo con un suave toque en el hombro o en la espalda demostraba su afecto. Según los expertos, esta era la forma en que Diana demostraba a sus hijos que siempre estaba ahí para ellos y que podían contar con ella.
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A pesar de todo, ella amaba a Charles
Ella sabía que había otra mujer viviendo en el corazón de su esposo, pero eso no le impidió amar genuinamente al príncipe. La princesa sonrió enamorada de él, se avergonzó y se sonrojó. Si hay que creer a los amigos cercanos de Diana, ella esperaba hasta su último aliento que estuvieran juntos de nuevo. Charles fue su primer amor, y como sabes, estos sentimientos son los más fuertes, los más memorables, pero también los más vulnerables.
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Bella, inteligente, cariñosa, atenta… ¡Qué hermosa persona era! No es de extrañar que todo el mundo estuviera loco por esta mujer. Solo Carlos no apreciaba a la que se convertiría en un pilar de su vida, dándole muchos momentos felices. ¿Crees que esta historia podría haber tenido un final feliz si el príncipe hubiera estado enamorado de Diana? Escribe lo que piensas en los comentarios.
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