Los bellos recuerdos de la infancia… Hay una parte de ellos que no puede faltar: es cuando toda la familia se reúne en el estudio fotográfico, para hacerse una foto grupal. A esas fotos valiosas se les imprimían varias copias, una se guardaba atesorada en el álbum familiar de la casa, mientras que las otras se enviaban a los parientes, y en especial, a los abuelos. Pero a mí, en lo personal, no me gustaba para nada ser fotografiado. Incluso, tengo una foto donde estoy sujetando fuertemente un bolsillo de la camisa. Cuando crecí, le pregunté a mis padres, por qué fui fotografiado precisamente en esa posición. Con sonrisa en los labios, me explicaron que yo no quería ser fotografiado, por eso me habían puesto ahí unas monedas. Pues, así fue como obtuve, de niño, mi primera y única retribución por la sesión de fotos…
Pero con tantos recuerdos, me alejé por completo del tema principal de nuestro material, que trata precisamente sobre las fotos familiares. Solo que esta vez los actores principales de las fotos en familia serán los animales, que por suerte, no saben lo que significa una fotografía, y por tanto, se comportan frente a la cámara de forma natural y sencilla. Mirar estas tomas es un verdadero placer, y es eso lo que Quepasada.cc te propone hacer ahora mismo…
Terco pequeño.
Al desobediente osito lo decidieron castigar.
Así él seguro que no se perderá.
Abracitos en familia.
Si una vez más me impides jugar con mi hijo…
Duerme mi pequeño…
Terapia acuática en familia.
¡Qué vista se abre desde aquí!
Sin apartar los ojos…
¡Así mismo es, no te pareció!
Transmitiendo experiencia a la nueva generación…
Así está un poco más calentito.
Ternura gatuna.
Hijito, ¡haz como lo hago yo!
Sin lugar a dudas, los animales tienen sus propios valores familiares, y estas emotivas imágenes lo confirman ampliamente. Si esta selección de fotos te ha levantado el ánimo, ¡no dejes de compartirla con tus amigos!
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