Los científicos llevan cientos de años hurgando en cientos de misterios, pero aún no han conseguido desentrañar del todo lo que oculta nuestro interior. Qué nos mueve, por qué lo hacemos de esta manera y no de otra, si podemos cambiarlo de algún modo, etc. El principal misterio sigue siendo el cerebro humano.
En la segunda mitad del siglo pasado, el premio Nobel Roger Sperry demostró que los hemisferios del cerebro difieren en su funcionamiento, y más tarde llegó a la conclusión de que el hemisferio dominante afecta al comportamiento y el carácter del ser humano. Posteriormente, los expertos en lenguaje corporal se involucraron y se iniciaron cientos de nuevos estudios.
Hoy en día, existen cientos de formas de saber más sobre la personalidad de una persona a partir de cualquier pequeña cosa, incluso de la forma en que cruza los dedos. Lo decimos en serio, puedes comprobarlo personalmente, a continuación.
Pulgar izquierdo arriba
Si suelen poner el pulgar izquierdo hacia arriba cuando entrelazas los dedos, eres una persona práctica que solo toma decisiones tras sopesar previamente los pros y los contras. No sabes lo que es tomar decisiones en caliente y eres apreciado por amigos y familiares, a los que a menudo pides consejo.
Eres responsable y optimista, capaz de encontrar un rayo de luz incluso en el túnel más oscuro. Y tu sentido del humor suele convertirte en el alma de cualquier empresa. Además, tienes un buen sentido de la situación, porque siempre sabes exactamente qué decir.
Pulgar derecho desde arriba
Las personas que colocan el pulgar derecho hacia arriba tienen un alto cociente emocional. Te resulta muy fácil entender los sentimientos de los demás, aunque intenten ocultarlos, y eso ayuda mucho a comunicarte con la gente.
También eres capaz de pensar con originalidad, lo que suele ayudarte a tomar buenas decisiones. Aunque un exceso de emociones a menudo puede interponerse en tu camino, siempre tienes amigos en los que puedes confiar.
Dedos juntos
Eres perfeccionista y esperas lo mismo de los demás. Un líder nato que no sólo quiere, sino que puede dirigir a la gente.
La gente aprecia en ti la franqueza y la sinceridad, siempre estás dispuesto no sólo a escuchar las opiniones de los demás, sino a intentar comprenderlas. Puede que no caigas bien a muchos, pero aun así se rinden ante tu franqueza.
Todo encaja, ¿verdad?
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