En la cocina de cada ama de casa moderna, probablemente hay una esponja para fregar platos. Sin embargo, pocas personas saben qué daño trae esta pequeña cosa inofensiva al medio ambiente. Resulta que una esponja de cocina común tarda 200 años en descomponerse. ¡Solo piensa en ello!
© DepositphotosEl cuidado de la naturaleza es importante para nuestro equipo editorial. Por lo tanto, a menudo compartimos contigo cosas útiles que te ayuden a reducir la cantidad de desechos domésticos. Por ejemplo, recientemente hablamos sobre cómo reemplazar el papel para hornear, el papel de aluminio y la película adhesiva. Y hoy te mostraremos opciones alternativas para una esponja lavavajillas.
ESPONJAS PARA PLATOS
Esponja de celulosa
Las esponjas de celulosa se pueden comprar con la misma facilidad que las esponjas de espuma. Sin embargo, no todo el mundo les presta atención. Es una pena, porque las esponjas de este tipo están hechas de material vegetal. A pesar del costo relativamente alto, las esponjas de celulosa son beneficiosas por muchas razones.
© FreepikPrimero, después de 7 días de uso, tendrán una cantidad significativamente menor de gérmenes que las esponjas de espuma convencionales. Esto se debe a que el material se seca más rápido y evita que se desarrollen bacterias dañinas. En segundo lugar, una esponja de este tipo se puede compostar junto con los desechos orgánicos.
Esponja de lufa
Las esponjas de lufa aparecen cada vez más en las cocinas de las amas de casa conscientes del medio ambiente. Esta es otra alternativa a las esponjas de espuma habituales, pues es a base de plantas. Además, puedes cultivar una esponja vegetal en tu jardín. Se trata de una planta parecida a la calabaza, cuyo fruto se convierte en una esponja después de secarse. Se puede utilizar tanto para bañarse como para fregar los platos.
La lufa, aunque es más rígida por dentro, ayuda a lavar rápida y eficazmente toda la suciedad que se ha pegado y secado en los platos. También se seca rápidamente y durará varias semanas. Se puede convertir en abono después, porque la lufa es un material vegetal que se descompone rápidamente.
Toallita tejida
Varias tiendas ecológicas venden estropajos para platos hechos a mano. Están tejidos a agujetas o tejidos a partir de fibras naturales gruesas. Por ejemplo, fibras de yute o cáñamo. Hay paños de varias formas y tamaños, por lo tanto, no tendrás ningún problema con la elección.
Por supuesto, esta opción es más cara. Pero la toallita tejida se puede lavar, por lo que durará muchas veces más. Curiosamente, las fibras de cáñamo evitan que las bacterias crezcan en su superficie. Debido a esto, la esponja no tendrá un olor desagradable. Sin embargo, tal cosa tiene un inconveniente: se demora mucho es secar.
Esponja de silicona para platos
La esponja de silicona para platos es otra alternativa inusual al asistente de espuma. Los fabricantes prometen que podrás utilizarla mucho más tiempo de lo habitual. Además, la esponja de silicona se puede meter en el lavavajillas sin miedo a que se deforme.
Sin embargo, no todo es tan optimista como parece. Muchas amas de casa se quejan de que es difícil eliminar la suciedad seca o los depósitos de carbón con una esponja de silicona. Y debido al hecho de que la textura de la esponja no es porosa, el detergente para lavavajillas simplemente se desliza. No obstante, esta opción también tiene derecho a existir.
Limpiador de platos casero
Quizás esta sea la opción más presupuestaria de todas. Para hacer una toallita con tus propias manos, necesitas un tul viejo. Córtalo en tiras iguales de aproximadamente 1 m de largo, el ancho puede ser diferente, todo depende de tus preferencias. Luego, reúne cada tira de tela en un acordeón. Ahora, ata el acordeón en el medio con una cuerda o cinta. Por cierto, el caucho doméstico ordinario servirá.
© DepositphotosEl resultado es una fregadora de platos casera simple pero práctica. Así le darás una segunda vida a un tul viejo. Por cierto, con el mismo principio, puedes hacer un paño con cualquier otra malla. Con su ayuda, podrás lavar incluso el barro seco.
Descubrimos que una esponja de espuma o una fregadora de platos no es el artículo más sostenible. Además, para protegerte de varios tipos de microbios, vale la pena cambiar la esponja al menos cada semana. Y con nuestras alternativas, todo es mucho más fácil y conveniente. Lo principal es elegir lo que te sea más adecuado. Por ejemplo, disfruto usando esponja vegetal.
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