La sociedad moderna es, a menudo, tan cínica y sin escrúpulos, que es comparable con un bosque salvaje en el que las personas se esfuerzan por sobrevivir. Súmale a todo esto el creciente flujo de información y el progreso continúo del consumismo. Pero no todo está perdido, y por suerte, nada humano todavía es ajeno para nosotros.
Esto lo prueba el post de una de las enfermeras que trabaja en un hogar de ancianos. Su nombre es Brendalyn Mae Porter, y en sus funciones entra cuidar de los ancianos. Pero la chica se esfuerza no sólo en ayudarles, sino también en atenderlos de la mejor forma posible en sus últimos días, como se merecen. Tal vez por eso, su post se ha vuelto viral y ha reunido casi un millón de «me gusta».
«Hoy pinté las uñas de una de nuestras nuevas inquilinas… Ella quería un barniz transparente. Yo le dije que era aburrido y que, tal vez, sería mejor compensarlo con un color más brillante. A lo que ella respondió: «Mis manos son feas, no quisiera que alguien les prestase atención».
Entonces le dije suavemente: «Pero sus manos cuentan la historia de su vida. Ellas conocieron el amor y la alegría y, de seguro, han experimentado muchas aventuras. Cuántas veces tocaron con ternura a sus seres queridos y cuánto bien han hecho». Al final, nos pusimos de acuerdo en que el color rosa era el más adecuado».
Es tan reconfortante encontrarse con una persona que sepa encontrar lo bueno donde, aparentemente, no lo hay. Y cuán grandioso, en medio del incesante alboroto del mundo de hoy, toparse con alguien, capaz de distraernos aunque sea por un momento y recordarnos que, por encima de todo, somos los seres humanos.
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