Con la llegada de los cálidos meses de verano o primavera, sacudimos el armario en búsqueda de nuestras sandalias favoritas. Pero si eres de los que adoran usar los flip-flops, chanclas o chancletas, te va a interesar mucho esta información. He aquí las buenas razones del por qué debes dejar de usarlas ahora mismo.
Estas sandalias, simples y cómodas, han sido muy populares durante décadas. Desafortunadamente, la simplicidad de este tipo de calzado también lo convierte en la pesadilla de todos los ortopédicos.
Un masaje suave de los pies puede ser capaz de aliviar temporalmente el dolor, pero la mejor opción sería dejar de usar las chanclas por completo. Por su puesto, son perfectas para llevarlas a la playa o en la ducha en el gimnasio. Pero no debes olvidar que estas sandalias, flexibles y abiertas, dejan tus pies vulnerables a todo tipo de accidentes y lesiones.
¿Qué son los flip-flops, exactamente?
Chanclas, chancletas, flip-flops, generalmente poseen suelas de espuma simples y planas, con un par de tiras de plástico que forman la correa que envuelve la planta del pie y pasa entre los dedos. Son abiertas y relativamente cómodas, por lo que podemos sentirnos mucho más frescos en días calurosos de verano.
El peligro de usar flip-flops durante mucho tiempo
- Causan juanetes
Los juanetes son protrusiones dolorosas y óseas en los pies, generalmente se producen justo en el lateral del dedo gordo del pie y son causados por las afectaciones de los ligamentos del pie.
Los flip-flops son el culpable principal, ya que aportan una superficie anormalmente plana, forzando los ligamentos y tendones a tirar en direcciones incorrectas.
- No apoyan tus arcos
Uno de los mayores problemas con los flip-flops es que la mayoría de ellos tienen prácticamente cero apoyo de arco. Cada pie posee un arco natural en la parte central de la planta del pie. Los zapatos con el apoyo del arco soportan bien el peso del pie y preservan la forma de su arco.
Sin apoyo de arco, los ligamentos y tendones comenzarán a tirar en todas las direcciones para compensar la malformación. Esto se traduce en el dolor en los pies, y podría favorecer la fromación de juanetes, espuelas del talón y fascitis plantar.
- Favorecen el crecimiento del hongo
Si tus flip-flops tienen una suela suave a base de la espuma, deberías prestar mucha atención en cuanto al ciudado contra el hongo, especialmente si nunca los usas en el agua.
Estando en la ducha del gimnasio o la piscina, siempre llevamos sandalias para evitar la exposición a los hongos. Pero el hongo y las bacterias están allí de todos modos, y encuentran un «hogar», agradable y acogedor, en la espuma porosa.
¡Eventualmente, llegan a tus pies de todos modos! Eso no significa que debas dejar de usar chanclas en duchas comunitarias, pero sí será una buena idea mantenerlas secas y limpias, y reemplazarlas a menudo.
- Hacen que las ampollas se rompan
Las ampollas son un mal que, lamentablemente, acompaña el uso de muchos tipos de calzado. Los zapatos nuevos, rígidos, usados sin calcetines, por lo general, propician la formación de ampollas, especialmente durante los primeros días de uso.
Flip-flops tienen otras características, especialmente los que tienen una correa de plástico en el medio. Una correa de plástico no puede ser forrada de cuero o tela, así que seguirá frotando la piel entre los dedos de los pies (especialmente cuando los pies estén mojados), favoreciendo la formación de ampollas.
- Deforman los dedos del pie
El uso de calzado sin un buen apoyo impone un estrés innecesario sobre el pie. Como resultado de la presión de calzado, los dedos de los pies suelen deformarse.
Con el tiempo, eso puede llevar a una condición llamada «hammertoe» (dedo en martillo), donde un dedo cruza sobre su vecino y se dobla de forma permanente hacia abajo. No es bonito y, a menudo, requiere de tratamiento cirúrgico.
- Favorecen las caídas
Muchas de las escuelas intermedias y secundarias prohiben el uso de las chanclas en el interior de la institución, ya que representan un peligro para la salud de los niños. Con las chancletas puestas, es increíblemente fácil de tropezar y caer. Es igual de fácil pisar la chancla del que camina delante y hacer que se caiga.
- Te retrasan
¿Alguna vez trataste de correr en chanclas? No te lo recomendamos. Correr, o incluso sólo caminar en chanclas, te ralentizará totalmente, porque es difícil mantenerlos en pies mientras te mueves. Tendrás que agarrar la tira con los dedos del pie, propiciando la malformación y exponiéndote al peligro de caer, si necesitas moverte rápido.
- Lesionan los talones
Los flip-flops recibieron su nombre gracias al sonido que emiten cuando caminas en ellos: «Slap-slap-slap». Es el sonido de las suelas golpeando los talones y el pavimento, una y otra vez… Los flip-flops básicamente te obligan a caminar de tal manera, que todo tu peso recae con fuerza sobre los talones.
Como resultado, sentirás un intenso dolor, y la presión añadida sobre la piel también puede conducirlos a desarrollar callos y piel agrietada.
¿Encontraste importante esta información? ¡Apuesto que sí! Los flip-flops pueden ser ideales para usarlos en la playa, pero para caminar por la ciudad, sólo los zapatos cómodos y resistentes. ¡Se ha dicho!
¡Asegúrate de compartir esta valiosa información con tus amigos, adictos al flip-flop!
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