El nacimiento de un niño es un acontecimiento feliz en la vida de cada familia. Todos los familiares tienden a compartir las emociones de los felices padres y darle la bienvenida al recién nacido con una lluvia de besos.
Sin embargo, tanta manifestación de sentimientos no siempre resulta buena e inofensiva. ¡Más aún, los besos pueden hacerle mucho daño a un niño! La joven madre Savina Francés-Bell, de la ciudad de Gloucester, Reino Unido, ha compartido esta triste experiencia, para advertir a todas las madres.
A sus tres añitos, la pequeña Sienna vio su rostro convertirse en algo totalmente irreconocible – en la cara le surgió una erupción de color rojizo. Con cada día que pasaba, le salían más y más ampollas. ¡La niña ni siquiera podía comer normalmente porque las llagas le causaban mucho dolor!
Además, la piel le picaba constantemente. Se rascaba sin cesar y tenía la cara ensangrentada. Incluso si la tenían estrechamente envuelta, se las arreglaba para rascarse con la sabana o la ropa…
Durante mucho tiempo, los médicos no podían averiguar qué tenía la pequeña. Al principio, sospechaban que se trataba de una reacción alérgica, pero los medicamentos no surtían ningún efecto…
Sólo al cabo de unos meses, cuando la desesperada madre acudió a una clínica privada, los médicos fueron capaces de determinar la causa de la erupción. Resultó que Sienna no padecía de ninguna alergia. ¡La niña había sido infectada con el virus del herpes!
Probablemente, la enfermedad le fuera contagiada por alguno de los miembros de la familia, al besar a la niña. Con frecuencia, en los primeros años de vida, los niños no tienen inmunidad bien desarrollada, por lo que su cuerpo no puede luchar contra los virus dañinos de forma eficiente.
¡Incluso para los adultos, el herpes causa un montón de inconvenientes, pues para los bebés, hasta puede ser fatal! Afortunadamente, Sienna recibió a tiempo la ayuda especializada y poco a poco se fue recuperando.
Según los médicos, el proceso de curación se extenderá por muchos años, pero al menos, la vida de la niña no corre peligro. Su madre quiere advertir a todos los padres que no deben permitir que los parientes besen a su bebé, especialmente en los primeros tiempos. ¡La tragedia puede ser evitada!
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