Hay un sabio refrán que dice: «Los niños no mienten». ¡Y es absolutamente cierto! Estas pequeños angelitos, espontáneos y sinceros, actúan y hacen lo que les sale directamente del corazón. Solo en muy pocas ocasiones obran de mala fe: ya sea que inutilicen la alfombra, acabada de comprar, con pintura azul o, luego de chapoletear en el fango, parezcan cerditos. Pero al final, todo les perdonamos, pues entendemos que esa es su forma de aprender y adquirir experiencias, para luego desenvolverse apropiadamente en el mundo que los rodea. Simplemente actúan y exploran, ¡sin importar consecuencias!
Quepasada.cc te propone olvidarte, por unos instantes, de la palabra «reprimir» y simplemente disfrutar de sus ocurrentes acciones.
Le pedí a mi hija poner el guardazapatos en orden.
Cuando el hambre aprieta, ¡me agarro de cualquier teta!
¡Ya no habrá más confusiones!
Lo que se logra hacer en cinco minutos de silencio.
Time out… Los «locos bajitos» recargando las pilas.
Se perdieron los canales…
Soy un caballero desde la cuna.
Ya que el perro no está en casa…
Te amo desde mi tamaño.
Agárrate para que no te pierdas.
En prácticas de camuflaje.
«Vino Sebastián y me habló del tesoro».
Estoy preparada para las corridas.
Esta obra de arte me agota…
Roberto, ¡escóndeme de mamá!
Sobredosis
Soy Erik, el «vikingo».
A este tigre le cabe otra raya…
Te doy 100 caramelos, si me sueltas.
Creo que acabamos de empezar…
El baño de fresas.
Nota recordatoria: Mantén los pasaportes lejos del alcance de los niños.
¡La alegría de tener pequeños en casa no se compara con nada! Si te gustaron estas divertidas imágenes, no olvides de compartirlas con tus amigos, ¡alégrales el día!
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