Considerado por muchos como el mejor queso del mundo, el famoso queso Roquefort tiene bien merecido su lugar en la mesa de la realeza. Sin embargo, ¿Sabías que, esta delicia está recubierta de moho azul, y se produce en el interior de una húmeda y fría cueva?
Así es. Muchos de nosotros hemos aceptado inconscientemente la condición especial de este queso, gracias a la caricatura «Chip ‘n Dale Rescue Rangers», donde uno de los personajes, el ratón Monterey Jack, es un noble amante del queso Roquefort. Por eso, hoy, ¡Qué pasada! te invita a conocer un poco acerca de la historia y características de producción de este queso.
A primera vista, podría parecer que el queso Roquefort está en mal estado, recubierto de moho. Pero, no… ¡Esto, en realidad, es pura ciencia!
De hecho, el moho que recubre el queso es comestible, y es quien le da el saborcito picante, muy apreciado por los conocedores.
El queso Roquefort es originario de un pequeño pueblo en el sur de Francia, Roquefort-sur-Soulzon, y es aquí donde se inventó la manera de hacerlo. ¡Por otra parte, el Roquefort original solamente se puede producir en este lugar!
Cerca del pueblo de Roquefort-sur-Soulzon, se encuentra una meseta de piedra caliza maciza, con muchas cuevas, producidas por la erosión. Allí, se mantiene estable la temperatura y alta humedad, durante todo el año, condiciones perfectas para el desarrollo del Penicillium roqueforti, hongo comestible, que le da el toque a este delicioso queso.
Según la leyenda, el queso Roquefort nació por pura coincidencia: Un pastor decidió descansar y refrescarse. Para ello, se refugió del sol abrasador en una cueva, y abrió su paquete con comida: pan y queso.
Entonces, más allá de la cueva, el pastor vio a una chica hermosa, y olvidando su hambre y fatiga, corrió tras ella para conocerla. Se fue de la cueva, y olvidó su comida…
Un mes más tarde, el pastor, junto a su rebaño, pasó nuevamente por la cueva. Sin embargo, ese día no trajo nada comestible, y tenía un hambre terrible. Entonces, se acordó de su queso olvidado y entró en la cueva.
Durante ese mes, el trozo de queso había cambiado radicalmente, y sobre el mismo desfilaban filamentos de moho azulado. Sin embargo, el pastor estaba tan hambriento que se aventuró a comer este alimento, aparentemente en mal estado. ¡Para su sorpresa, el queso sabía divino! ¡Así nació la metodología de preparación del Roquefort!
Hoy en día, la tecnología para la fabricación del queso ha cambiado un poco. Por ejemplo, ahora se hace no sólo de leche de oveja, sino también de cabra y de vaca. Eso sí, el componente principal sigue siendo el moho azul…
Anteriormente, los queseros germinaban el moho en el pan, dejándolo durante 6-8 semanas en la cueva. Entonces, el pan mohoso seco se pulverizaba, y el polvo se añadía a la cuajada, destinada a la producción de queso.
Ahora, las esporas del moho crecen en un laboratorio, acelerando el proceso de fabricación del queso, y con una mejor limpieza sanitaria. Además, esto permite un mayor rendimiento: ¡Cada año, tres millones de ruedas de queso, con vetas uniformes de moho azul, van a parar al mercado!
Ahora ya conoces cómo nació el rey de los quesos, y cómo es que se prepara y produce, en las cuevas de Roquefort-sur-Soulzon. Si te ha gustado el artículo, compártelo con tus amigos. Después de todo, somos lo que comemos, y nunca está de más saber un poco acerca de los alimentos consumidos.
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