A sus 50 años, Jennifer López sigue brillando con una estrella con trajes lujosos, asiste al gimnasio con una envidiable regularidad y causa admiración con solo verla, sin mencionar sus bailes calientes y conciertos ardientes.
A lo largo de su carrera, J.Lo experimentó con el estilo, y a menudo apareció en el escenario con trajes impensables, que nadie se había atrevido a usar antes.
En los eventos sociales, López siempre está en el centro de atención. No le da vergüenza usar atuendos arriesgados, y casi siempre se sale con la suya.
Pero, en la vida cotidiana, J. Lo prefiere un estilo deportivo, trata de visitar el gimnasio al menos cuatro veces por semana. La cantante presta atención a su cuerpo, incluso durante las giras, y también baila en el escenario para quemar calorías.
J. Lo, como figura pública, simplemente no puede permitirse el lujo de verse mal. Su principal motivador, e incluso una especie de entrenador personal, es su pareja Alex Rodríguez, quien fuera un ex jugador profesional de baloncesto.
En Nueva York, Jenny entrena con David Kirsch, y en Los Ángeles, Tracey Anderson supervisa su técnica de ejercicio: «Mis entrenadores tienen métodos completamente diferentes, me gusta combinar sus enfoques».
En los días libres de gimnasio, a López le encanta visitar restaurantes, sin perder la oportunidad de demostrar, una vez más, su gran gusto por la ropa.
La apariencia de Jennifer no muestra un solo signo de envejecimiento, a pesar de su edad. Muchos sospechan que la estrella retiene su juventud a través de la cirugía plástica. Sea como fuere, ella no aparenta más de 30 años, y ese resultado vale mucho.
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