Las recetas que utilizan la mantequilla están muy de moda, y en su mayoría requieren este ingrediente en estado líquido. Lamentablemente, el proceso de ablandar la mantequilla se toma su tiempo.
¿Cuántas personas, cuando desean prepararse un simple bocadillo en la mañana, al sacar la mantequilla del refrigerador, no descubren que los trozos son imposibles de untar en el pan? O peor aún… ¿Cuántas no olvidan descongelar la mantequilla cuando se disponen a preparar platos complejos?
Si te encuentras ante una de estas situaciones, ¡Qué pasada! te brinda un excelente consejo… Luego de solo dos minutos tu mantequilla estará muy suave y fácil de usar. ¡Obsérvalo tu mismo!
Lo primero que necesitas hacer es verter agua caliente en un vaso, y luego, dejarlo refrescar durante 30-50 segundos. Desecha el agua rápidamente y tapa con el vaso la mantequilla.
¡Es importante no exagerar! El vidrio del vaso no debe estar muy caliente, sino lo sufucientemente tibio. Solo un minuto después, tu mantequilla estará lista para usar… ¡Buen provecho!
¿Qué te parece este consejo? La solución estaba justo al alcance de tu mano. Comparte este truco con tus amigos, que permite ahorrar el tiempo en la cocina.
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