Existe una parte en el nuestro cerebro que suele iluminarse, cuando recibimos una recompensa o nos llenamos de energía positiva, cuando nos comunicamos con personas de nuestro agrado. Lo curioso es que las investigaciones demostraron que aquellas personas, con tendencia a ser solitarias, presentan menor actividad en esta parte del cerebro. Se desconoce aún, si la disminución de la respuesta cerebral es la consecuencia o la causa de aislamiento social en estas personas.
Un estudio, publicado en «Journal of Cognitive Neuroscience», se refiere a la soledad como un problema emocional cada vez más común en nuestra sociedad, que crea, además, una predisposición a varios problemas de salud. Puede relacionarse con un aumento de los niveles de depresión, deficiencias en la función del sistema inmune, e incluso, una rápida progresión de la enfermedad de Alzheimer, entre otras patologías.
A pesar de que la naturaleza humana se basa en una necesidad de conexión social, es alarmante ver que una de cada cinco personas, en la sociedad moderna, experimenta la soledad, y lo cierto es que esta tendencia va en aumento. Este tema ha creado mucha polémica en las redes sociales . Antes que todo, hay que tener bien claro que ser solitario (disfrutar de la soledad) y sentirse solo, son dos cosas muy distintas. Uno puede sentirse solo, incluso estando acompañado o rodeado de gente. En este caso, la incomprensión, insatisfacción, menosprecio hacia sí, que la persona siente, actúan de forma negativa, causando toda una serie de afectaciones a la salud, física y mental.
A su vez, la persona solitaria, que es considera así, simplemente por haber limitado su círculo de comunicación a unas pocas personas, lo hace por propia voluntad, por su propia elección. Personas solitarias actúan así porque no les agrada hacer lo que hace la mayoría de las personas, no se sienten parte de la comunidad, se sienten especiales, diferentes. Siendo de carácter más filosófico, son muy selectivos a la hora de elegir a sus amigos.
Otro rasgo muy importante, que lo resume y explica todo — ellos se sienten muy a gusto consigo mismos, viven satisfechos dentro de su propio universo creado. Hay que decir que todo marcha muy bien y es muy bien sobrellevado, mientras se sienten felices, realizados, mientras logran mantener ese frágil balance de compartir parte de su tiempo con más personas y también tener tiempo suficiente para sí mismos. Sin embargo, cuando aparace un sentimiento de frustración, desolación, cuando comienzan a presentarse dificultades a la hora de socializar, entonces esta ancia por soledad se convierte en un verdadero problema que, a la larga, afecta la salud de la persona.
La soledad tiende a crear un círculo vicioso: este provoca que la persona que está sola, comience a sentir aún más ansiedad social, miedo de comunicarse y otros sentimientos negativos. Dejar de lado esos pensamientos, constituye una posible solución al problema. Como primer paso, el individuo debe reconocer y superar el miedo a relacionarse con los demás. Una vez salvada esta barrera, la persona solitaria puede redescubrir las sensaciones fisiológicas positivas que se obtienen del simple contacto humano.
Si conoces a alguna persona con una tendencia a la soledad, coméntale sobre este artículo, para que conozca cómo puede afectarse tanto su salud física como emocional. Compártelo también con tus amigos para que ayuden a difundir este importante mensaje.
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