Cuando contribuyes al cambio de la vida de alguien para el bien, descubres un placer tan grande, que no alcanzan palabras para describirlo. Y más cuando se trata de seres indefensos y maltratados que rara vez tienen la suerte de contar con el apoyo y ayuda del prójimo. Hoy Quepasada.cc te trae una más de estas historias extraordinarias que tienen final feliz gracias a la compasión y las manos bondadosas de los ángeles con el cuerpo humano.
Hasta hace poco Charlie fue un perro callejero común y corriente, de los tantos que fueron abandonados en las autopistas de Los Ángeles. Fue rescatado por los trabajadores de un refugio para animales, que lo salvaron de una vida dolorosa y triste. Pero el tiempo pasaba con una cuenta regresiva sin piedad, y nadie adoptaba al desdichado animalito. Por lo general, cuando no encuentran a un dueño, mucho de estos perros, sucios y en mal estado, terminan por ser sacrificados en poco más de una semana de ser recogidos.
Pero por suerte para Charlie, un ángel vestido de peluquera para perros vino en su ayuda. Lo despojó de todos los andrajos y nudos que tenía, lo bañó, le corto el pelo y lo secó. Utilizó todo su arte para dejarlo bien guapo, lo adornó con un pañuelo al cuello. Al final, el adorable cachorro parecía otro animal. ¡Bastaron solo dos días, y ya tenía dueño!
Es muy sencillo este hermoso mensaje: todos los animales abandonados merecen una segunda oportunidad, y todos nosotros merecemos una oportunidad, de mostrar la bondad en nuestros corazones, de no dejar a nade abandonado a su suerte. Si estas de acuerdo, ¡comparte con tus amigos este valioso mensaje que debemos recordar para siempre!
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