Matt y Ginny Mooney esperaban ansiosamente el nacimiento de su primer hijo. El embarazo de la mujer transcurría sin contratiempos, y la pareja regularmente complacía a los parientes con las buenas nuevas. Sin embargo, dos meses antes del nacimiento, los estudios habituales revelaron una terrible noticia.
Resultó que su hijo Elliot fue víctima de trastorno cromosómico, conocido como síndrome de Edwards o trisomia 18. Por lo general, estos niños nacen pequeños y parecen ser prematuros, independientemente de la duración del embarazo.
La mayoría de los bebés con síndrome de Edwards mueren dentro de los primeros tres meses de vida. Pocos viven hasta un año. Y los que superan el año, permanecen para siempre con problemas de salud y del desarrollo graves, como lo son los síntomas de profunda oligofrenia.
Los médicos no le daban esperanzas al pequeño Elliot. Sin embargo, el padre y la madre del bebé no se rindieron. Matt y Ginny pasaron al lado de su hijo todo el tiempo que le tocó vivir.
Ya que a Elliot no le quedaba prácticamente ninguna posibilidad de vivir un año, los padres decidieron… celebrar el cumpleaños del bebé todos los días. El video que verás a continuación, es una hermosa y conmovedora crónica de los escasos 99 días que permaneció con vida este pequeño.
Estuvo vivo apenas un centenar de días, pero cada momento de su existencia fue rodeado de un amor sincero y puro de sus padres. Matt y Ginny trataron de hacer su breve vida tan feliz como fue posible. ¡Felicitaciones para esos maravillosos padres!
Si también te ha tocado el corazón la historia de la familia Mooney, ¡comparte este artículo con tus amigos de las redes sociales!
Deje su opiñón sobre la publicación