Esta emocionante historia ocurrió en Victoria, Australia. El pequeño Lachlan, sordo de nacimiento, nunca había experimentado la sensación de captar sonidos ya que, según los médicos, fue diagnosticado con sordera severa. Es difícil de imaginar pero estos sonidos tan habituales para nosotros, como la voz de mamá, los niños riendo o el sonido de perro ladrando, todo era ajeno a sus oídos. Pero gracias a un audífono adaptado, este pequeño de siete semanas comenzó a escuchar y, de un muchacho lloroso, se ha convertido en un bebé sonriente que se interesa por el mundo que lo rodea. Su emotiva reacción a la voz de las personas conmueve profundamente.
Esta conmovedora historia da esperanza a aquellos padres cuyos bebés nacieron con sordera o dificultades auditivas. Un diagnóstico temprano, combinado con tecnología y procedimientos médicos eficientes, hacen que la medicina, hoy en día, sea capaz de crear verdaderos milagros, permitiendo que los niños con pérdida auditiva puedan vivir una vida plena.
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