Los árboles y las plantas son extraordinarios seres vivientes que ya poblaban nuestra Tierra millones de años atrás, mucho antes de que el ser humano llegara a dominarla. En pocas oportunidades nos detenemos a prestar atención a estas caracterisiticas tan especiales de las plantas que las hacen únicas. De hecho, la vida sin ellas no habría sido posible. En este interesante artículo Quepasada.cc te mostrará uno de los ejemplares más asombrosos y singulares que actualmente se conocen.
Sam Van Aken, artista, y a la vez, profesor de la Universidad de Siracusa, en un derroche de talento, ha logrado crear un asombroso árbol, a partir del injerto de 40 árboles frutales distintos. ¡Qué maravilla! De esta creación florecen y crecen ciruelas, albaricoques, cerezas, duraznos, por mencionar solo algunas frutas.
Este singular artista logró crear un árbol maravilloso, no solo en apariencia, también en utilidad.
Van Aken procede de una zona rural, del estado de Pensilvania, Estados Unidos. Allí adquirió los conocimientos necesarios para crear este híbrido, que se obtiene de la unión de dos plantas genéticamente iguales, mediante una técnica agrícola llamada «injerto», procedimiento que él llevó al más alto nivel.
Para lograr su famoso «árbol de las 40 frutas», seleccionó las especies que tenían hueso (semillas duras), conocidas en el lenguaje botánico como drupas. Las frutas de estas especies tienen sus semillas envueltas con una masa carnosa. Dentro de esta clasificación se encuentran cerezas, melocotones, ciruelas, mangos, albaricoques, entre otros.
«Escultura a través de injertos», desarrollada y aplicada por Van Aken, consiste en hacerle pequeños cortes o incisiones en el tronco del árbol fruta que sirve de anfitrión, e insertar en él una rama nueva de otro árbol, que luego queda atada y encintada. El corte se cicatriza, y la rama continua su desarrollo normal, unida al tronco del árbol anfitrión. El momento más espectacular de esta creación se manifiesta precisamente, en la época de floración.
Desde la perspectiva de su uso para el consumo humano, sería muy interesante y de gran utilidad obtener frutas diferentes que madurarían en distintas épocas del año, utilizando el mínimo espacio de terreno.
En condiciones naturales, lograr frutos de un árbol requiere de un período prolongado de tiempo. Sin embargo, con esta técnica, desarrollada y aplicada por Van Aken, los primeros resultados se han obtenido en menos de 3 años. Estos retoños, todavía jóvenes, se han convertido en un excelente homenaje a la biodiversidad y a las maravillas del mundo natural.
No olvides de compartir con tus amistades este interesante artículo sobre uno de los árboles más asombrosos y singulares, creados por el hombre.
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