En 2007, un maravilloso zoológico fue inaugurado en la ciudad palestina de Jan Yunis, que se encuentra en el territorio de la Franja de Gaza. El empresario local Mohammed Awaida invirtió cientos de miles de dólares en la apertura del parque zoológico, llamado South Forest Park.
El zoo estaba compuesto por cientos de animales exóticos, entre ellos los majestuosos leones y tigres. Todo indicaba que al zoológico lo esperaba un futuro brillante. Pero todo cambió en el verano de 2014. ¡El lugar se convirtió en un verdadero campo de concentración para sus habitantes!
Por esos días se había intensificado el conflicto palestino-israelí en la zona de Gaza, a causa de un ataque terrorista de la organización islámica HAMAS. Las fuerzas armadas de Israel respondieron, y Jan Yunis se convirtió en el centro de un conflicto militar.
Aunque el zoológico estaba un poco alejado de los bombardeos, por razones obvias, ningún empleado del zoo se atrevió a acercarse.
En poco tiempo, desdichados animales simplemente comenzaron a morir de hambre, al no haber nadie quien los alimentara…
Un par de valientes, bajo fuego, se encaminaron al zoológico para intentar alimentar a los animales que quedaban con vida. Lamentablemente, las reservas se agotaron muy pronto, y no existía posibilidad alguna de organizar un suministro de provisiones.
Al final, hasta los trabajadores más abnegados del zoológico se rindieron y abandonaron a los animales a su suerte…
Cuando la situación en Jan Yunis se estabilizó, los trabajadores del parque zoológico regresaron a su antiguo lugar de trabajo. ¡Lo que encontraron allí, simplemente fue terrible!
Del total solo sobrevivieron 20 animales, mientras que casi 250 murieron de hambre. El clima seco y ventoso de Palestina no dejó que los cuerpos se descompusieran, convirtiéndolos en momias. El zoológico de Jan Yunis se convirtió en otro terrible recordatorio de los horrores de la guerra…
Todos los seres vivos de la tierra sufren debido a la incapacidad de los gobernantes para encontrar una solución a los conflictos. A este ritmo… ¡todo el planeta corre el peligro de convertirse en un desierto sin vida! Comparte estas crudas imágenes del antiguo zoológico de Jan Yunis con tus amigos… ¡La guerra debe parar!
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