El Zoológico de Berlín es el hogar de muchos animales hermosos y exóticos, pero hay entre ellos uno muy particular – un oso asiático de 40 años de edad, llamado Mauschen. ¿En qué se diferencia él del resto de los animales? Pues, este enigmático oso tiende a hacer amigos muy inesperados. La verdad es que la amistad no conoce fronteras ni tiene límites. Y hoy ¡Quepasada! te quiere presentar un ejemplo de ello.
Un día, en el lejano 2001, un gato negro llamado Muschi se le acercó a la jaula del oso y estuvo largo rato, inmóvil, observándolo. Así pasó el tiempo, hasta que un buen día, el gato atrevido se aventuró en el recinto del oso Mauschen. Increíblemente, pero al anfitrión no le entró ningún deseo de acabar con el intruso visitante. ¡Al contrario! El gato, al parecer, se sintió muy a gusto, por lo que repitió sus visitas más a menudo.
Las autoridades del Zoo, al ver tan insólita amistad, optaron por una decisión igualmente de insólita. Permitieron al gato ingresar al recinto y hasta le condicionaron un espacio apropiado para su bienestar.
Oso y gato, «aceite y agua»… ¿Quién lo diría? Pero estos buenos amigos se compenetraron de maravilla, compartiendo comida, juegos y cobertizo para dormir. Si por casualidad, dudes de este comentario, te invitamos disfrutar de este increíble video:
¡Es Increíble! Francamente, pensé que esto solo pasaba en las películas o dibujos animados, pero no, algo sí es cierto, ¡la naturaleza nos vuelve a sorprender!
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