Ningún ser vivo merece ser maltratado o torturado nunca. Pero cuando el abuso es aplicado a un perro, es aún más terrible, porque este noble animal, ademas de dar muestras irreprochables de ser el mejor amigo del hombre, es una de las maravillosas criaturas que hemos elegido para ser nuestro compañero, parte de nuestra familia… ¿Qué eres, despues de maltratar a un miembro de tu familia?
Este trágico día, la pequeña Doe, un cachorro de pitbull, fue abandonada en medio de la carretera, en pésimas condiciones físicas, en pura agonía. Antes de dejarla, Radoslaw Czerkawsky, inmigrante de origen polaco, la torturó salvajemente — le fracturó varios huesos y provocó severas quemaduras en muchas partes de su cuerpo. Cuando la encontraron, la llevaron de inmediato a un veterinario local, pero a pesar de todos sus esfuerzos, nada pudo ayudarle. El pobre animalito no iba sobrevivir a todo este martirio. Sus heridas eran tan graves que no hubo más remedio que aplicarle la eutanasia y así terminar con la agonía que estaba sufriendo.
Este hecho, tan extremadamente cruel, ha conmocionado al país. Y hay que destacar que, por primera vez en un caso como este, la justicia se impuso. El autor de hechos fue apresado y condenado. En el juicio se le imputaron 11 cargos por abuso y brutalidad, por lo que fue condenado a 5 años, por cada uno de ellos. En total: ¡55 años de privación de libertad!
Más de 7000 personas apoyaron esta decisión del juzgado, que se convirtió en uno de los fallos más sorprendentes y sin precedentes en la historia de los Estados Unidos. Múltiples asociaciones de defensores de los derechos de los animales levantaron su voz, asegurando que el proceso de la pequeña Doe fuera tomado muy en serio, y el abusador recibíera un castigo ejemplar. También los medios le procuraron una gran cobertura al caso de espantoso trato que recibió la pequeña cachorra.
Para capturar al culpable, las autoridades se movilizaron y lo persiguieron, hasta encontrarlo. No había dudas al identificar al sospechoso: restos de pelo y sangre, encontrados en la casa del detenido, coincidían con el ADN del perro torturado. Finalmente Radoslaw Czerkawsky recibió su merecido — 55 años de presión y $500.000 de multa.
Por fin, se condena a alguien por hacerle daño a otro ser vivo, que siente y padece como cualquier ser humano. Este tipo pagará bien pagada su crueldad. En todos los países deberían existir condenas ejemplares como esta. ¡Levantemos nuestra voz contra el maltrato animal! Si estás de acuerdo, comparte este post con tus amigos.
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